Coincidiendo con la conmemoración de su 65.º aniversario, el Real Club de Monteros (RCM) celebró el pasado 24 de junio su tradicional acto de entrega de premios en su sede del Club de Tiro Cantoblanco, en un ambiente de celebración, hermandad y firme compromiso con los valores que desde 1959 inspiran a esta institución venatoria de referencia.
El evento, presidido por Carmen Basarán, reunió a socios, amigos, familiares, personalidades del mundo venatorio y representantes de la vida pública en una velada que encarnó el lema fundacional del Club, Venare non est occidere —Cazar no es matar—, reivindicando la caza como expresión cultural, vínculo con la tierra y herramienta de conservación.
Premio a la Personalidad Venatoria
El Premio a la Personalidad Venatoria fue concedido a Jaime Racionero Cots, montero de vocación y cazador de montaña, cuya trayectoria ejemplar fue presentada por José Luis López-Schümmer, presidente de la Fundación Artemisan.
En su intervención, destacó la vida cinegética del galardonado, consagrada al monte y marcada por la discreción, la entrega y el respeto absoluto por la naturaleza: “Jaime prefiere el rugido del monte al ruido de la ciudad; la observación, al discurso fácil; el paso, al posado”.
El premiado, visiblemente emocionado, evocó sus primeras monterías y expresó su devoción por una práctica que va mucho más allá del disparo: “La montería reúne amistad, emoción, respeto y espiritualidad. Es un ritual que no quiero que se pierda”.
El Ciervo crucífero, obra de Josechu Lalanda que representa el galardón, fue entregado por Belén Pinilla Romeo, miembro de la Junta Directiva del RCM.
Premio Jaime de Foxá de Periodismo Venatorio
Tras la lectura del Acta del Jurado por su secretario César Fernández de la Peña, se entregó el Premio Jaime de Foxá de Periodismo Venatorio a Emilia Landaluce Galván, columnista y escritora, por su defensa firme, lúcida y sin complejos de la caza como tradición arraigada, forma de vida y vía para una verdadera conciencia ecológica.
La laudatio corrió a cargo de Ramón Pérez-Maura, director de Opinión de El Debate y presidente del jurado, quien recordó los inicios cinegéticos de Landaluce, marcada desde la infancia por el amor al campo y la enseñanza familiar.
En su discurso, la galardonada agradeció a su familia y alertó sobre el riesgo de desvincular la caza del relato público moderno: “La caza tiene dos armas: sus aficionados y su papel como garante de la biodiversidad. No podemos permitir que se convierta en el punto débil de los cazadores”.
Citando a Ortega y a Alfonso Ussía, Landaluce llamó a reconciliar tradición y modernidad con inteligencia y convicción.
Emilia Landaluce recibió de manos de SAR doña Teresa de Borbón, la medalla de “Prados”, que reconoce el galardón, y de don Enrique del Águila Sánchez la dotación económica del Premio patrocinado por Casa del Águila, empresa familiar agroalimentaria toledana, que elabora y comercializa vinos y aceites de gran calidad desde hace más de cuatro generaciones. María López Arenas, Sra. Del Águila, entregó a la premiada una placa de madera de olivo centenario, conmemorativa del premio.
65.º aniversario del RCM
La ceremonia fue conducida por Juan Treviño Zunzunegui, miembro de la Junta Directiva del RCM, y contó con la asistencia de SAR doña Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma y del presidente de honor del Club, el Excmo. Sr. Marqués de Laserna, don Íñigo Moreno de Arteaga.
A los postres de la cena durante la cual se desarrolló la entrega de premios, servida con carne de caza y vinos de Casa del Águila, patrocinador del acto, se brindó por España, por el Rey y por los valores que, desde hace más de seis décadas, definen al Real Club de Monteros: la defensa de la montería, la promoción de la cultura rural y la dignificación de la caza ética.
Un año más, el Real Club de Monteros reafirma su vocación de custodio de la caza española, impulsando una visión serena, comprometida y profundamente respetuosa con el entorno natural y con el legado cultural que representa.
Fuente: Real Club de Monteros